domingo, 1 de noviembre de 2009

1ra Carta de Relación


Existe un soneto de Quevedo que termina diciendo: "Polvo seré, más polvo enamorado".
Esto me ha puesto a pensar en esa hecho, en esa frase y lo que observo es que el alcance de esa frase, es muy profunda además de ser hermosa en su esencia.
Da a entender que sobrepone por sobre todas las cosas al amor, inclusive por sobre la misma muerte y aquí esta lo interesante de ello. Existe personas que no temen morir por mantener sus ideales, ejemplos de ellos existen miles a lo largo de la historia para poder probarlo, por amor (La monumental obra de Romeo y Julieta), por sus ideas políticas (Martin Luther King), por sus principios religiosos (Los cristianos en la época Romana), etc. El ideal del Hombre puede rebasar su propia existencia, su propia vida. Quevedo en este caso se refiere al amor; a ese que puede dar todo sacrificio para que siga existiendo inclusive a pesar de no tener existencia. Decir que se puede seguir amando después de la muerte, es semejante a pensar que, a mirarnos en algún espejo, la imagen que se refleja en el puede tener vida propia; podemos ver la imagen que se refleja en el pero no podemos saber si ese imagen puede tener ideas y pensamientos propios; esa imagen respira, habla, se mueve y tiene la vida necesaria mientras algo se refleje, sabemos que no es así, pero es comparable al pensar que se puede seguir enamorado después de exhalar el último aliento.
Independientemente de ello, la sola frase en sí, es maravillosa y antecede por lo tanto que podremos morir como materia pero que nuestro pensamiento sigue existiendo en cada recuerdo que representamos. Por lo tanto concluyo que el tiempo podrá pasar, que el rocío se volverá fragante, que el ave seguirá remontando el vuelo, que el recién nacido abrirá sus ojos y que seguirá existiendo un soneto de Quevedo que termina diciendo "Polvo seré, más polvo enamorado". Buenas noches.
Sergio Alejandro


Sergio Alejandro

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