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¡Que bella es la Vida!
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Dormido imagino que bella es la vida
soñando de siempre su intenso color,
teniéndola cerca, sintiéndola mía
que yo soy su dueño y la cubro de amor
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Al tiempo despierto y sin falsa agonía
percibo su lumbre, me abraza el calor,
más al paso del tiempo su ira se enfría
diciendo lo fuerte que es su clamor.
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Observo su verde y el cielo estrellado
cuando el día obscurece y llega a su fin,
y al paso del tiempo me quedo callado
absorbiendo extasiado su aroma a carmín.
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Y de pronto problemas surgen de la nada
agobiando ese tiempo de completo estar,
y mi mente con calma se ve afortunada
pues de pronto descansa al volverse a acostar.
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Dormido o despierto, ¡que bella es la vida!
que bello es aquello que nos produce calor,
como aquellas acciones que son las debidas
como hacer el bien y el abrirse al amor.
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Fin
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Sergio Alejandro
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10 de Abril del 2011