jueves, 5 de noviembre de 2009

Lo que decimos, es necesariamente verdad?


Los seres humanos somos entes que tenemos interacción con nuestro rededor. Esa interacción permite comunicarnos al enviar y al recibir información. De manera natural, sin darnos cuenta, esa comunicación toma matices sencillos y complejos. Hablamos, oímos, miramos, sentimos, degustamos, olemos, sudamos, en síntesis exhalamos y recibimos energía. El ser humano es por principio un ente social, que requiere la sociabilización en su vida y esta se da principalmente por la comunicación verbal. Hablamos nuestras necesidades, excesos, vida cotidiana, amores, trabajos, etc y solemos decir realmente lo que ocurre pero..................existen ocasiones en las que, lo que decimos no es necesariamente verdad sino más bien, es una necesidad de que así sea, es entonces cuando decimos "pequeñas mentiras piadosas" que hacen más interesante nuestra vida ante los demás; y por eso, suele ocurrir lo siguiente:
Una Vendedora de Chicles
Estaba yo sentado
en la barra de un Hotel,
y me estaba yo picando
por lo mucho del beber;
cuando sentí de nuevo ánimos
para comenzar mi narración
y esta tenía su principio
al final de esa canción.
...---...
Comencé por el principio
como todo gran Señor,
y todos escuchaban
mi voz en narración:
Existió una vez una niñita
en estado de aflicción,
era pequeña y bonita
y me robo el corazón.
....---...
Los periféricos oidores
entre risas y burlón,
dudaban de mis palabras
y por lo tanto de mi honor;
y para que imperara la calma
en aquel Bar del Hotel,
pedí a los meseros
que sirvieran de beber.
...---...
Calmada ya la estancia
de floresta y aguarroz,
todos muy atentos
me prestaron su atención:
"Como les iba diciendo
amigos de actuación,
me encontraba yo comiendo
cuando todo comenzó".
...---...
Llegó vendiendo chicles
y le dije yo que no,
¡Condenada escuincle,
vieran que bien me agarro!
---Ándele marchante
con voz lastimera me pidió,
que le comprara unos chicles
sin importar el color---
...---...
¡Esta bien, dame un rojo,
el del medio, por favor,
pero ten mucho cuidado
que me salga remolón...
que no soy de las personas
que se dejan engañar,
no me veras la cara...
porque no te voy a dejar...!
...---...
Ella acongojada ante mi enojo,
con orgullo retiró
la mano que ya estaba
lista al apretón....
¡---No tiene porque enojarse
ni mucho menos alzarme la voz,
que si por algo tiene coraje
a mi no me dará su coz.---!
...---...
Dignamente ante mis ojos
con paso firme se alejo,
y yo, más que intrigado,
pues ni voz me levantó,
y sin saber que decir
pues mis labios selló,
comencé a seguirla
por la calle cual peatón.
...---...
Al poco tiempo le dí alcance
y ella girando su rostro fijamente me miro,
le dije que los tenía muy hermosos
y simplemente me sonrió....
---Díme muchacha, ¿cuál es tu situación?
¿casada, soltera o quizá alguna otra bendición?
---Eso a Usted no le importa
pues no es parte de su preocupación.
...---...
A medida que avanzábamos
más virtudes le encontré,
le hablé con voz calmada
y fijamente le miré
---Tu eres para mi una extraña
y creo que nada puedo hacer...
¿Quieres casarte conmigo
y que feliz podamos ser?
...---...
Muy seria,
pero no extrañada por la proposición,
me dijo: ---acepto
mas con una condición...
¿Cuál es esa condición?
Inquirí con extrañeza,
comprame todos los chicles
que llevo en mi cartera.
...---...
Al oír esto,
los parroquianos
festejaron esa idea,
con vítores y aplausos,
con risa y cervezas,
cuestión de gustos,
cuestión de ideas,
cuestión de lo que sea.
...---...
¿Qué más? me dijeron,
continua con tu querella
que se hace a cada momento
mas interesante.
---Abrevia hombre,
termina tu idea
que ya es un poco tarde
y en casa nos esperan---.
...---...
Bueno, si guardan silencio
en un momento,
continuaré con mi comento
y verán lo interesante que es.
Casámonos al instante,
ella, vendió sus chicles
y yo, encontré una acompañante
para toda la vida.
...---...
Sin conocernos,
fuimos felices,
formamos élites
singulares,
por ser individuales
y por ser
un conjunto
para nosotros dos.
...---...
Y pasó el tiempo
y de aquel encuentro primero
vivimos un austero
sueño evocador,
que no tuvo final ni principio
ni camino elegido,
pues todo fue real,
perfecto y no fingido.
...---...
Nuevamente los parroquianos
vitoriaron sin desgano
y con grandes copas en las manos
brindaron por mi amor;
mas lentamente
el Bar del Hotel quedo desierto
y en mi mente
el deseo,
de que todo aquello
fuera cierto
y no mentira....
...---...
Fin
Es por eso que a veces, necesitamos decir una mentira verdadera, decir un algo que nos engrandezca externamente aunque a la hora de sincerarnos internamente sepamos que no es tal. Es verdad, que en varias ocaciones no decimos la verdad tal cual, pero acaso puede haber medias verdades o medias mentiras, mentiras o verdades inocentes.......creo que la magnificencia de ello corresponderá al porque lo decimos..........................
Como siempre amigo lector, Usted tiene la última palabra. Buenas noches.
Sergio Alejandro

No hay comentarios:

Publicar un comentario