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La Sal del Amor
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Hay una duda incesante que me agobia
y que nace de un amor en el olvido,
y es pensar que con dos se formo historia
donde un solo corazón se quedo herido.
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Todo comenzó hace algún tiempo
donde dos identidades se encontraron,
una de ellas era libre como el viento
y la otra era Ama de un esclavo.
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Al inicio enamorados de la vida
todo el tiempo la pasaban abrazados,
sus caricias ardorosas dio cabida
de pensar por qué están enamorados.
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Sus miradas amorosas dieron paso
a sentirse poseedores de ellos mismos,
de sentarse uno a otro en el ocaso
juegueteando con su amor en el abismo.
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Con el tiempo el amor se hizo costumbre
pero ellos se decían comprenetrados,
no es lo mismo dirigirse hacía la cumbre
que mirarse hacía abajo abandonados.
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Poco a poco la razón ya no importaba,
importaba solamente una opinión,
la que ella con sus ojos indicaba
abusando que era musa inspiración.
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Unas veces la buscaba por las tardes
y su pobre corazón solo se hería,
pues su mente con ideas estaba que arde
por los celos que a su vez lo consumían.
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Tristemente nos creemos poseedores
de la vida, del amor y del destino,
del que sueña y nos llena con amores
y que va a nuestro lado en el camino.
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Son los celos esa sal que sasonea
la verdadera relación entre los dos,
un poquito le da tinte y saborea
y en exceso es fatal al corazón.
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Ya lo dijo un excelso en la Historia:
"La costumbre es más fuerte que el amor",
y todo eso se confunde en mi memoria
y ocasiona una embolia a la razón.
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Al final se que están enamorados
pero se inervo entre ellos la cuestión,
el orgullo y quedar abandonados
en el teatro de la vida y su actuación.
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Poco a poco esta historia va terminando
esa hermosa relación entre los dos,
donde solo el rencor quedo triunfando
y en sus almas el decirse un "Adiós".
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Fin
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Sergio Alejandro
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15 - 19 de Mayo del 2011