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Otorgarte mi Vida
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(Acróstico Final)
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Antes eras ufana de mi esencia compartida,
no lo sabías mi alma, no lo decías mi vida;
ahora formas cobarde mi historia indefinida
voy por ese dolor, mitad muerte, mitad vida.
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Iremos como danzantes en una pista escondida
remando como remeros para alcanzar la alegría;
iremos en lo correcto como una sabia medida
nadando como sirenas para formar poesía.
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Izando nuestras banderas como señal de amnistía
alejamos los sinsabores de este amor que dolía,
rasgando nuestras esencias en esa casita fría
instamos nuestras verdades sobre terribles mentiras.
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Varado nuestro entusiasmo sobre en una mordaz letanía
escuchábamos con tristeza que los demás sonreían,
rondando la negra sombra a tropel resplandecía
anunciaba la obscura suerte de ese amor que extinguía.
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Valiente como el encono peleó él por su vida
alzo sus brazos al cielo y luchando en agonía,
logro pequeños avances que pensó merecía
encontrando una odisea sobre su muerte fingida.
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Nunca por la tardes en mi mente ponía
zarpar del Puerto mis naves por si ella volvía,
usando mi alma alterada sobre mi mente vivía
el esperarla en mi mente con las manos vacías.
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Lamento en verdad esta historia tan fría,
¿acaso, fue la vida que nos dio alternativas?,
portento de almas en nuestras dos vidas
otrora invencibles, ¿otrora sombrías?.
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Rondando las tumbas en dolorosa agonía,
queriendo avivar aquel calor que se enfría,
usando los labios que en besos quería
encontrar una pizca de su alma encendida.
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No será el eterno el que hoy lo decida,
otros lo harán con una fe consumida,
pudiendo acercarse al calor de sus risas
usando sus cuerpos, desnudos, sin vida....
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Dijeron algunos ¡Que vida vacía?
iremos gustosos a hacer compañía,
solo las almas, lo sé, lo dirían
tomemos las armas de esta mentira.
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Emanan las luces tras las vitrinas
corriendo a esconderse en donde dormían;
establecen y aciertan por lo que decían:
"regálenme una pequeña chispita de vida"
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Rondar y decir, solo eso quería,
¡aunque llorar! ¿no es mejor letanía?
recordando siempre lo que se decía:
"Espera que caigan las hojas sin vida".
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La noche en silencio yace ahora vacía,
cae pavorosa, sin gracia, herida;
imaginando lo que siempre ella diría,
recuerdos muy tristes, lejanos, sin vida.
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Cuando a lo lejos, recuerdo aquel día
ultimó al romance y a la alegría;
logrando decirte con pena vacía:
"Olvida este amor, olvida esta vida
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........Te quiero anhelante, no
estóica y fría,
aparta tu alma, aparta tus días
morir lo prefiero, a
otorgarte mi vida".
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Pero a lo lejos, tu alma crecida
endosa orgullosa el dominio en mi vida,
rondando te atreves a jugar todavía
otorgando a mi alma una sola estadía.
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Todo lo abarcas pues es cosa sencilla
unido a que acepte esa idea prohibida,
no vale ese tiempo, no vale ese día
observo ese espacio con melancolía.
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Ya forma parte de mi propia existencia
aquella muchacha hermosa y risueña,
siempre fragante de cuerpo y esencia,
inunda el espacio donde es ella la dueña.
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Embarga su risa, amor y presencia
su alma enmarcada por la indiferencia,
instando al llamado de esa conciencia,
motiva su risa en mi alma desierta
pobre de agua y seca en vivencia.
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Obligo a mi mente a vivir sin la de ella
sus brazos no arden, su cuerpo no quema,
imposible se torna mirarla tan bella
blandiendo sus ojos, cerrados sin tema.
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Luchar por su estancia si vale la pena
entonces de nuevo maldigo esa escena,
un toque de mano la vuelve eterna
no solo una estatua de piedra y arena.
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Bendigo la hora de sentirla en mi alma
esperando.."un ya vuelvo", esperando .."un me ama",
solo que a solas y pensándolo en calma
olvido ilusiones que extinguen mi llama.
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Fin
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Sergio Alejandro
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Octubre del 2009
(Publicada el 31 de Diciembre del 2011)
