martes, 27 de octubre de 2009

El Sueño



UN SUEÑO


Capítulo I

Empezó a oírse el ruido de las campanas anunciando las 7:00 de la mañana. Por más que traté de ver expresiones de felicidad en la gente, me fue imposible.

A pesar de todo, pienso que esa Navidad era la más agradable y bonita que hubiese vivido; de todas formas me era necesario decirlo, relatarlo....................

Estaba parado, dejando escapar el tiempo sin importarme; ¡en ese momento paso!, era una niña, tendría unos 9 años aproximadamente, pero ya se podía descubrir en ella que sería una belleza en pocos años. Ella me vio y me invito a los columpios y fuimos hacía ellos caminando lentamente, sus ojos expresivos era lo que más me impresionaba de su persona. Virinia, que es así como se llamaba, tenía una forma de ser que me agrado desde un principio..........y fue así como se empezaron a asentar las bases de una bonita relación.

Todos los días nos veíamos en el Parque y nos paseábamos en los columpios. A nuestra edad, la gente nos miraba de manera curiosa y esto no me agradaba en lo más mínimo. Día tras día ocurría lo mismo, nos veíamos a diario en el parque y nos placábamos todo lo que sucedía entre nosotros y a nuestro alrededor...........y el tiempo inexorable, siguió pasando.


Capítulo II

Virinia era hermosa en verdad; nos encontrábamos preparando su fiesta de 15 años ya eramos novios y amigos inseparables, se podía decir que nos entendíamos a la perfección y complementábamos eso siendo los mejores confidentes.

Bajó la escalinata del Salón y la admiración de todos no podía menos que dejar de verse, sus padres, familiares y yo no cabíamos en si del orgullo. Ese día fui presentado oficialmente como su novio y antes que su Padre, baile el primer Vals con ella y claro, la fiesta fuera todo un éxito.

El tiempo siguió su marcha sin retorno y de aquel festejo un grato recuerdo teníamos. En aquel entonces me encontraba en la Secundaria al igual que ella y ahora nos encontrábamos en la Preparatoria y en un gran dilema; nuestras ideas diferían mucho entre si y sabíamos que aunque nos quisiéramos teníamos que separarnos. Esto lo comprendíamos perfectamente, pero aun así, sentíamos un gran dolor al tener que hacerlo.............Pero lo hicimos y cada quien siguió el rumbo que nos estaba destinado.

Capítulo III

Siguió el tiempo inexorable y ya solo me faltaba un año para terminar la carrera al igual que Virinia. Durante el tiempo que estuvimos estudiando, todos los días intentamos escribirnos y saber el uno del otro. El amor continuó firme y seguro y parecía que a cada paso lo aumentábamos más. Cada temporada de Verano me dirigía presuroso a su encuentro y pasábamos un tiempo francamente dichosos..................Nos sentíamos satisfechos de nuestro amor y este amor compensaba o por lo menos intentaba hacerlo el llenar todas nuestras aspiraciones.

El último verano que llegué a visitarla me recibió ella en su casa:

----Héctor, al momento que me abrazaba...

----Hola amor, cómo has estado? Te he extrañado tanto que nun.... Sus gritos no me permitieron terminar.

----No digas más, entró de nuevo a la casa mientras su voz se escuchaba en toda ella

----Mamá, papá, Héctor a llegado, vengan a verle.............

Sus padres salieron rápidamente y me saludaron de inmediato de manera efusiva. Estuvimos platicando todos hasta que se hizo de noche. Me disculpe un momento con los padres y le pedí a Virinia que me acompañara afuera.........

-----Reina, te he extrañado y deseado todo este tiempo

-----¿Y acaso no crees que también yo he sentido lo mismo?

-----Mira amor, vine por un motivo muy especial y ese motivo es que quiero pedir tu mano!

Virinia se quedo mirando a Héctor mientras se lanzaba a sus brazos, él la recibió como parte de su vida en ese momento. -----Me haces muy feliz -----Desde niños nos hemos querido y por lo tanto te pido que seas mi compañera para siempre------Amor, que feliz me haces!

-----Espera un momento, no pienses que nos casaremos de inmediato, primero tengo que terminar de estudiar y luego establecerme por medio de un trabajo para que tengamos una mejor posición al momento de casarnos!

-----¿Y cuánto tardará todo eso?

-----¿Qué te parece un año?

No hubo necesidad de una respuesta, simplemente como dos seres fusionados en uno, comenzaron a platicar de cosas, importantes, intrascendentes, tonterías...........Se despidió luego de un rato.

Y como lo había prometido, al poco tiempo Héctor se dirigió a la casa de los padres de Virinia para pedirles su mano; ellos aceptaron con gusto la petición y todo quedo conformado.


Capítulo IV


Regrese a terminar la carrera y empecé a trabajar arduamente; quería labrarme una posición, cosa que logré en poco tiempo. Como también se lo había mencionado, regrese y nos casamos. Fuimos a América del Sur de luna de miel, sencillamente fue increíble. Regresamos, logramos obtener una casa con patio y al parecer todo era felicidad.


Exactamente al año y medio de habernos casado tuvimos a nuestro primogénito; era una hermosa niña, exactamente como Virinia, como dos gotas de agua, le pusimos como nombre Mónica. Nuestra felicidad era completa y nada parecía poder acabarla; solo la muerte de alguno de los tres hubiese podido lograrlo.


Viajábamos continuamente y cuando Mónica cumplió tres años y medio, tuvimos a nuestro segundo hijo. Jorge vino a cerrar la felicidad en nuestras vidas.


Al paso del inexorable tiempo, Mónica cumplió 15 años. Su fiesta se hizo en nuestra casa y recibió una gran cantidad de regalos. ¿Qué más se podía pedir a la vida?

Capítulo V

Cuando Jorge cumplió 18 años, salió a estudiar al extranjero. Al cumplir Mónica los 21 años, se casó con un joven industrial. No quería admitirlo, pero Virinia y yo nos estábamos haciendo viejos. Cumplimos 25 años de casados y seguíamos queriéndonos como el primer día.

Con el tiempo deje de trabajar, había logrado una buena posición económica que lo permitía. Nos dedicamos a viajar y a amarnos intensamente, y de esa forma mucho tiempo después cumplimos nuestras Bodas de Oro.

Nuestro pasatiempo era la atención a la familia, el arreglo de la casa, nuestro jardín y querernos mutuamente. Yo la veía a ella más hermosa que nunca. Todas las tardes nos sentábamos en el jardín a platicar y la familia, hijos y nietos nos visitaban con frecuencia, por no decir a diario. Teníamos 5 nietos, tres de Jorge y dos de Mónica.

Todas las tardes nos sentábamos a esperar que el sol se ocultara mientras nos leíamos algo. Teníamos la costumbre de mirarnos por largo tiempo y agradecíamos a un ser supremo por esos instantes................



Capítulo VI (Epílogo)


En ese instante me desperté y me dí cuenta que todo había sido un sueño, si, un sueño quizá, pero hermoso. Me quede pensando en esa pareja que vivió una vida perfecta y que tuvieron un amor completo. Pensé en mis adentros. -----Ojalá que alguna vez conociera a alguien como esa muchacha, estoy seguro que la haría mi esposa! A mis doce años esto parecía una tontería pero en mi interior algo me decía que no era así.

Era Domingo y estábamos de vacaciones navideñas; empecé a cambiarme lentamente, atontado un poco por ese sueño tan extraño que a veces nos invade. Pensé un momento salir al parque, jugar un rato y luego dirigirme a la Iglesia. Tome el desayuno lentamente y sin decir una sola palabra salí, en mi mente solo se encontraba ese sueño que era como algo que se hubiese clavado en el corazón y no me lo pusiese arrancar.

Me dirigí al parque paso a paso al parque de diversiones que se encontraba a unas cuantas cuadras de la casa. Pase sin saludar a nadie, cosa extraña en mí que siempre lo hago y casi llegando al parque por entre los árboles vi que en ese momento pasó una niña, tendría unos nueve años aproximadamente pero ya se podía descubrir en ella que sería una belleza en pocos años. Ella me vio y me invito a los columpios y fuimos hacía ellos caminando lentamente, sus ojos expresivos era lo que más me impresionaba de su persona. Virinia que es así como se llamaba, tenía una forma de ser que me agrado.....................


Fin


Sergio Alejandro












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