lunes, 26 de octubre de 2009

Acostumbrarse


Dice Juan Gabriel en una de sus canciones "Y es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor" y por diversas pláticas que he tenido con diversas personas, no podemos dudar, que hay un dejo de verdad en esta frase.
Claro que, si enfocamos esto en relación a las áreas sentimentales, seguramente saldremos dolidos o lastimados o quien puede decir que a la mejor, podemos ser los lastimadores sin darnos cuenta........por lo menos eso quiero pensar.
Dicen también, que "El hábito hace costumbre" y cuando estamos ya acostumbrados a algo, dejamos de darle la importancia; al obtener lo que queremos, las cosas no las vemos iguales, al acostumbrarnos a algo simplemente dejamos de tener los cuidados por sentir que el constante "hacer lo mismo" nos hace dominadores, nos hace infalibles, y no puede haber posibilidad de error. En nuestra vida cotidiana, la costumbre (confianza) es el inicio de todo accidente, en nuestras relaciones, la costumbre es el veneno que mata y destruye las relaciones.......................



Me estoy acostumbrando tanto a ti.



Me estoy acostumbrando tanto a ti

que tengo miedo,

miedo de que una mañana

no este tu cabeza en mi almohada

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti

como se acostumbra

la gaviota a volar

sobre el inmenso mar.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti

que se que si un día

tu no llegaras a existir

yo tampoco existiría.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

a tus besos, a tu forma de querer,

que prefiero dejarte ir

a algún día, llegar a perderte.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

como se acostumbra el Sol

a salir cada mañana y a

ocultarse cada anochecer.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

que siento que mis fuerzas,

que mis bromas y alegrías

pronto llegaran a su fin.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

que el rocío de las flores,

no se atreve a humedecer

y no significa nada para mí

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

que te forzó a cada instante

a posar tu mirada en mis ojos

para iluminar mi destino.

---.---


Me estoy acostumbrando tanto a ti,

que el respirar se volvió único

y tu cantar se volvió guía

para descubrir mi destino

---.---


Pero se que nada de eso importa

porque la soledad será mi compañera

si me acostumbro a ti

y un día tu me dejas.

---.---


Fin


Sergio Alejandro



Y cuando perdemos algo, .........ya perdido lo valoramos quizá?, salvo cuando el orgullo interpone su sapiencia para lograr que nada fructifique.....................y muchos nos quedamos ahí, con ese dolor y ese carcomer de nuestra alma.

Pero no debemos de quedar ahí, es una obligación el que debamos de avanzar, lograr hacer algo más que acostumbrarnos; no somos reses para un matadero, simplemente no hay necesidad de seguir esa línea. Podemos y debemos luchar, desacostumbrarnos un poco, un pequeño instante; no se, tantas cosas que podemos hacer: llevar unas flores sin motivo, dar verdaderamente las gracias, una palmada de ánimo a quien lo necesita, un alocarse haciendo algo inesperado, una llamada por teléfono, un visitar una tumba, un pensar en alguien más que nosotros, un sacudir el pelo a un niño por el solo deseo de querer hacerlo, parar en una calle por ver a un automovilista en apuros y esto no debe ser solamente por esperar la reciprocidad divina (es por las ganas de hacer algo bueno), reciban el abrazo de una persona con Síndrome de Down, es tan amoroso, pongan atención a un niño, en estas épocas tienen mucho que decir, escuchen a los ancianos pues esa sabiduría es oro, a los que les queda poco de vida, léanle un libro, verán que es tan fácil amar a la persona que lo hace; ¡vamos, revivan su vida!, rompamos de vez en cuando la rutina, matemos ese sentimiento costumbrista de falsa seguridad y no elevemos su valor; debemos darle su justa dimensión, eso es todo. No por nada el Divo de Juárez lo plasmo, como solo un verdadero personaje, con verdadera inspiración lo puede hacer. Que tengan ustedes muy buenas noches.



Sergio Alejandro

No hay comentarios:

Publicar un comentario