Viejas Historias
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Cuando a lo lejos el teléfono sonaba
la emoción palpitaba en mis adentros,
el brillo de mis ojos aumentaba
y mi voz abandonaba sus lamentos.
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__ Un ¿ cómo estás?
no existía entre nosotros,
__ Un ¡bien gracias!
respondía mis silencios;
__ Un ¿cómo están?
preguntaba yo por ellos,
y un abismo enorme
respondías con recelo.
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__ Un ¡los extraño!
iniciaba la querella belicosa,
aquella desangrante de recuerdos
aquella superflua y majestuosa;
respondía el espíritu irritado
reclamando el papel de economía,
y los ojos tristes van quedando
de los hijos.....misterios de la vida.
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El adulto despiadado no comprende
que los hijos tienen sangre y raciocinio,
que las cosas materiales van y vienen
y que el alma se alimenta de cariño.
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Y las viejas historias se reviven
y las viejas heridas se consagran,
no es verdad que el tiempo cura todo
no es verdad que el tiempo cura el alma;
no es verdad que los hijos igual lloran
no es verdad que los padres también cantan,
no es verdad que los une el raciocinio
no es verdad que anteponen su importancia.
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Las viejas luchas intestinas
se renuevan con una llamada,
no cambian las frases viejas
no cambian las frases malas;
y los hijos solos aprenden
lo que es amor de mañana,
con la esperanza abierta
a sentir amor en su alma,
esponjas que absorben completas
las gotas que salen del alma.
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El Diciembre se torna en regalos
atrayendo ilusiones crecientes,
no es lo mismo entregarlo en las manos
que dejarlo en los pisos sin gente;
más muy dentro de mi alma yo pienso
que no importa si es piso o es mano,
no se engaña el amor hacía un hijo
ni le compra el amor un extraño.
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Fin
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Sergio Alejandro
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