lunes, 29 de noviembre de 2010

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El Robo
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Robo tus alas
para que no emprendas el vuelo.
te despojo
de esa gracia, de tu libertad,
y con ellas me abrazo,
me protejo del frío de la vida,
y al pasar el tiempo
me siento cansado por su peso;
comprendo que
las alas no se roban,
no sirven detenidas a mi alrededor,
además,
sigues volando sin ellas
y entonces
entiendo que ellas solo son un símbolo
pues la libertad
se lleva incolumne en el alma
y no en el cuerpo.
Ahora se
que poseo algo tuyo que no impide tu vuelo;
te las regreso
para que vivan en tu existencia,
y ahora que lo entiendo
observo las primeras plumas
que nacen en mi.
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Fin
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Sergio Alejandro

1 comentario:

  1. Me encanta, es divina la libertad, y saber respetarla en los demás es un arte que debemos aprender...

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